Actualmente las empresas están interesadas por el
medio ambiente, unas simplemente por mejorar su imagen frente a la sociedad y
otras muchas como parte de su ideología y su preocupación por el medio
ambiente; sin embargo, para saber con qué objetivo lo hacen es necesario tener
un acercamiento a ellas y evaluar su comportamiento a largo plazo, de lo
contrario es difícil comprobarlo.
Aquí les comparto una maravillosa idea sustentable,
totalmente estratégica, porque los niños, como un segmento sensible a su
contexto entienden perfectamente este tipo de problemáticas y ellos son los
primeros en levantar la mano y decir "yo ayudo", en este contexto
Danone, vía su producto Danonino, creó una estrategia en el 2011 para ayudar a
reforestar el bosque mexicano y festejar sus 30 años de presencia en nuestro
país, y al mismo tiempo, ser pieza clave de la propuesta integral que llevará a
cabo la marca en el 2012 enfocada a la reducción de emisiones de CO2 en todos
sus procesos.
La campaña se llamó "Mi primera plantita",
duró del 30 de enero al 31 de mayo del 2011, donde las mamás debían comprar el
paquete de 8 danoninos, el cual contenía un sobre de semillas sorpresa (5
diferentes y coleccionables) para que los niños los sembraran, inicialmente en
los vasitos de danonino, fueran testigos de todo el proceso y cuidado de
su plantita, y se hicieran responsables de su crecimiento; así mismo, debían introducir
un código que contenía sus semillas a la página de internet y crear el avatar
de su árbol en la red para cuidarlo y mantenerlo.
Fue una campaña social de
lanzamiento con el objetivo de sensibilizar a los niños respecto a la
reforestación de los bosques mexicanos, donde Danonino en conjunto con
Naturalia A.C. unieron esfuerzos para llevar a cabo la reforestación.
Como ustedes se podrán dar cuenta no hay del todo
una relación directa entre el consumidor meta y la problemática a resolver, menos
de la marca con el niño, pues con el avatar no pueden ver la problemática ni
darle una solución real; hubiera sido mejor que al término de la germinación de
su plantita fueran dirigidos a los distintos bosques, y el mismo niño realizara
el traspaso de su plantita al bosque a generar y sintiera la experiencia de
plantar un árbol en un contexto real; posteriormente invitarlo al florecimiento
de ese terrero que el vio vacío y ahora está lleno de arbolitos, donde uno de
ellos él lo cultivó y lo cuidó; esta actividad
colaborativa hubiera sido clave en el desarrollo de una conciencia ecológica y
cierre de la estrategia, para que ellos mismos fueran testigos de la
reforestación de ese bosque en específico.
¿Ustedes qué opinan?