Espiral
azul
El tiempo en que las personas consumían por los beneficios tangibles de los productos ya pasó hace varias décadas, ahora lo que busca la publicidad no es comunicar estas características, si no, busca provocar emociones por las marcas, obviamente emociones positivas.
La
agencia Saatchi & Saatchi es
la creadora de los Lovemarks, una
nueva tendencia que tiene su base en dos ejes: uno de respeto y otro de amor.
En el primer eje están todas las características tangibles que lo hacen un buen
producto; en el eje del amor están todas las emociones que hacen que el
consumidor sienta un real aprecio por la marca y por lo tanto se vuelvan
asiduos seguidores.
Si
lo anterior lo viésemos desde una perspectiva psicológica, el éxito de los
Lovemarks bien pude atribuirse a la doble composición de la mente humana, donde
una parte es dominada por la razón, pero otra también muy importante, es
aquella determinada por las emociones.
Esta
última, tal vez, es la parte con mayor influencia dentro de la psique humana y
por lo tanto significa un influyente de
mayor peso como determinante de los criterios adoptados y posteriormente como incitadores
y constructores de la acción, que en este caso puede traducirse en una
identificación e inclusive apropiación de la marca.
A continuación, un poco de mayor información al respecto, y otra perspectiva de análisis aplicable a uno de los ejemplos ya considerados en clase.